Dos mil trece

Ese colmillito puntiagudo 
y distante de los incisivos 
me ha clavado la mirada hoy
como niño de 7 riendo cándidamente.

Me saluda
brincotea animadamente en la boca del Jaime
da vueltitas de 5 segundos y luego para
me lanza un silbido
y se burla de mí.
"Ya estás aprendiendo", me dice
"Hazlo tú sola", repite. 

Resulta que yo también me río.

Y eso que aún no ha visto mis colmillos. 

¡Se han sumado 365 días, papá!

Esas lagrimitas indetectables sí que existen.

Lo supe hoy, cuando en el teléfono

 apareció una por el auricular. 

Ojeriza de medianoche

El calendario se voltea hacia mí y me muestra airosamente: sábado 16 de noviembre.

¡¿Qué pretende?!

Que me hable claro, si es posible usando g-u-i-o-n-e-s y pausas lentas; alternando monosílabos con discursos flameantes. Que profiera frases de significado literal y considere aburrido y de matices grises, el silencio que él mismo ha puesto de moda.

ARIANA

A ARIANA

Estoy dispuesta
a sacrificar
36000 improperios
defectuosos
por ti.
a sacrificarlos
y a blasfemar
antes las cosas menos absurdas
de la galaxia
por ti.

Defendería que seas alma
que te atrevas a ser alma
que tu nombre comience por la A
y no por la Z
a que hayas nacido derechita
para no florecer
en las miles de pseudo almas
que no te alcanzan
a que hayas decidido
entregarte a cuerpos
cuerpos efímeros
cuerpos que no resguardan
a esos cuerpos en camas de hospitales
cuerpos decrépitos
entregados
a una ceguedad que no es tuya

Estoy dispuesta a luchar
por tu no vida
a escribir en notitas sobre tus carencias
a guardarlas con una clave de mill dígitos
a ocultárselas a los dioses.
estoy dispuesta, amiga
a ser nada si lo somos
a fingir ser nada si te place
a arrejuntarnos en la intempérie
a llorar en cajones de cera
en las calles de esta ciudad
que ya no me implora
pero que sí te necesita
ciudad inhóspita que te aclama
que dice ARIANA
y  que le chirran las encías
por la grandeza de lo innombrable.

Estoy dispuesta, también
a darles en la cara
a darles en la cara y a escupirlos
al mismo tiempo que los acobijo
pa' que se calienten un poco
en un intento de despertarlos
a ellos, los sin rostros del hospital
a ellos tan cerca de ti y de tu tez
a ellos, los más suertudos de la existencia
llevados, transeúntes sin peso ni color
a quienes regalo tarjeticas
pa' que se orienten y al menos difieran
entre vivir contigo o con un dios
conociendo, exactamente
yo, la lanzada al espasmo
abucheada por cerdos del camino
la decisión correcta
la exacta
la necesaria
para sobrevivir.
Los oriento por ti,
aunque me muerda la lengua
millones de siglos luz.

Es que esa mandolinita al fondo
amiga
dice tu nombre
y es cierto
todo es cierto.