8/4/12

Días de abril


Sentarse frente al fuego. Mecerse junto a él.
Oír rechinar a la madera vieja que choca con sus propios huesos:
Agrietados, frágiles, tostados, habitados por termitas.

Recordar los susurros de un abril que estremeció el cuerpo.
Vincular esos pequeños destellos que salieron de los ojos.
Armar la vida.

Saludar al ayer. Con un bostezo quizá, o mostrándole falsas dentaduras.

Despedirse del usted. Revivir aquella tarde lluviosa donde nació el nosotros.

Humedad. Olor a madera mojada. Olor a tierra empapada.

Grotesco abril. Sublime abril.

Calor que se instala en cada uno de los poros.
Besos de canela que sentenciaron mi existencia.

Reír. Sumergirse en las pequeñas gotas de agua hialina que cubren el ojo.
Te confundes con el aire ahora. Con la tierra mojada. Con la mecedora que rechina. Con el fuego que vibra. Hasta con mis propios huesos.

Eres parte de eso que tomo de la mano cada día.
Eso efímero de lo que algún día yo seré parte también.


ariana

No hay comentarios:

Publicar un comentario