Respiro mar unas cuantas veces
Cuento las respiraciones y cuento los latidos
Engullo mi nombre y saboreo la infantil esencia que surge:
¿Una pizca de romero? ¡Por favor!
Y también laurel.
Digerir-me la piel
Digerir-me estas pecas,
que se colorean con el sol
Digerir-me la voz
Las asimetrías
Los pasos de cangrejo continuos
Desintegrarme
Ser polvo
Masticarme y vomitarme un par de veces hasta que por fin llegue el deseado reencuentro...
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