I
Desde la muerte traumática de Benito y gracias a Luis, ahora pienso que la cama 35 está maldita.
Tan alejada de las demás. Solitaria. Frente a la ventana en la que muchos han deseado saltar.
Soltarse.
Se abstienen.
Pasa que las palomas intimidan con su quejumbroso arrullo y su actitud entrometida de volar sobre la cabeza y cagarse en la cara. Ante semejante ridiculez, ellos optan entonces por el oxígeno a 5 litros y la comida rancia (hiposódica, hipograsa y con restricción de carbohidratos), el calor sofocante que lava las axilas y una que otra mutilación (para las moscas, digo).
Hagan lo que hagan -y por más cantidad de amor diplomático que reciban- la cama 35 los posee. Los chupa lentamente. Se los lleva incompletos, con un miembro de intermediario y una escara sacra de fotografía (click click).
Ya eres feliz, Héctor. El viento te recogió y te impregnaste en él.
II
Mira qué fogoso el tipo frotándose en la moto y pidiéndome el celular (¿Se lo doy? Esto me recuerda a Famasloop). Mejor corro. Paro. Apúrate con la llave. El tipo maldice. Se va. Salimos airosos. Qué pendejos somos. A dormir.
Pescado, vómito, bolibomba y 'aventura' para la resaca. Colirio para el orzuelo y ENO pa' la epigastralgia; una ensaladita con cremita y voilà.
Que sea light, con mucho yoga de aderezo y unas botas Nike, Adidas o Skechers; las que luzcan mejor para la foto (click click).
A mover el esqueleto. Bam Bam.
Mis ojos comen shortcitos que se parecen a Christian McGaffney (Famasloop otra vez).
Rayos. Qué desperdicio.
Entonces me pavoneo y me marcho.
El taxista dice con tonito de voz nasal: "mamita, en 10 minutos".
clickclick
bambam
voilà
PD:
Daniela y yo también practicamos "yoga",
y tenemos una calculadorcita para las 'calorías' del día.
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