Ese colmillito puntiagudo
y distante de los incisivos
me ha clavado la mirada hoy
como niño de 7 riendo cándidamente.
Me saluda
brincotea animadamente en la boca del Jaime
da vueltitas de 5 segundos y luego para
me lanza un silbido
y se burla de mí.
"Ya estás aprendiendo", me dice
"Hazlo tú sola", repite.
Resulta que yo también me río.
Y eso que aún no ha visto mis colmillos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario