¡Ah! Esos minutos con pretención de eras (intentan asfixiarme). Acechan y percibo el rencor. Estoy a sus miras, necesitan matarme. ¡Apesta a Karma, señores! y solo en medio de brazadas inexplicables, exploro un intento de escape ante el maldito hedor.
Si me encuentras primero: ¡grita!
P.S: extrañaba esto.
Daniela Nazareth.
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