30/3/14

nido.


ética del ser
acurrucado y ocultando
el doblez último
tardío
sobre una envidia que carcome
de la mujer fértil
en la mujer infértil y pura
la mujer que me rodea
que danza
con ese aire circense
riendo, riendo
con pañitos de éter
dejándome sin espíritu
sin un espíritu que mostrarte
más que este
desamparo rotundo
sedado sobre una nube
en su nuevo nido


yéndose.

10/3/14

Respuestas minimalistas: Yoleyda Linares.





Me inundo, 
me enzarzo en lágrimas, postergo sonrisas ¿Qué pretendo? 
¿Ser nada, 
ser risa contenida, 
mar abierto en llanto? No lo sé.
El gato mira y veo una muesca de risa, 
burla de este sin sentido sentimiento de impureza y flaqueza.
Creo que vislumbré la respuesta, oh, sí, sí Pretendo darme calma y ocultarme,  
dar respuesta al sentido de vivir, 
es como preguntarle al gato por el entierro que hace al defecar parte de su vida.
Y emerge una lágrima, 
sin saber la causa, 
el vaho del último respiro, 
el que desea ser último pero es el del medio, 

no es más que la inestable caricia del llanto profundo.




***

8/3/14

Notas resueltas: manzanitas.





















8 de marzo. 2:13pm. Fui inventada el mismo día que el verbo doblegar. Cuando se meditó sobre la sumisa de espíritus y desgastes,  cuando se decidió que la intuición era pecado, cuando las abejas se acumularon en mi lengua, llenándola de ampollas purulentas, ampollas terribles, por tener voz, por ser alma y no costilla,  por ser la controladora  y suprema reina del pequeño pene diosificado. Hoy no debería ser mujer porque el árbol me está pudriendo, se me agigantó  en el estómago, y más y más hasta traspasarme las tripas y posarse en el vientre, intransigente árbol,  como un político en colisión. Hoy me niego a ser mujer, porque ya no soporto el ardor cuando crece y se expande por todo mi abdomen, llenándolo de costras y moretones que parecen sonar de la nada, ¡din din! como una campanita minúscula, ese árbol que se cree godzilla y al mismo tiempo  músico, componiendo sinfonías sepulcrales, que si lo niego no me llora en el velorio, que si lo niego le pedirá al presidente que dé el discurso: “buena muchacha, ella, ehmmm, tos, tos, buena, buena, buen corazón, vivió feliz, plena, viva, viva, ehmm, tos, tos, tos,  hasta la victoria siempre”, que si lo niego me saldrán canas púbicas y várices en los nudillos, que si de verdad me atrevo a negarlo, llenará mis pupilas de cataratas para que no lea a Palacios, que me convertirá en pasa, una pasita que terminará  revolcándose en los jugos gástricos de algún carnicero gordo, gordísimo, carnicero enorme, que a su vez me gritará “aaaah, putica mía” cuando me monte. Hoy clamo a la incisión para la huída,  debo plantarlo en alguna plaza extinta, como si fuera el juego de jumanji, lanzarlo al mar o enterrarlo en los médanos, para que no crezca,  que no crezca, que no me hunda el árbol, que no quiero ser mujer para procrear y tener cachorros, que no quiero el 60 90 60, que no quiero la jornada diaria plancha y lava, que prefiero guindar los tacones, y comer desnuda toditas las manzanas, mientras pienso en la reencarnación.



6/3/14

Respuesta minimalista



Respiro mar unas cuantas veces

Cuento las respiraciones y cuento los latidos
Engullo mi nombre y saboreo la infantil esencia que surge:
¿Una pizca de romero? ¡Por favor!
Y también laurel.



Digerir-me la piel
Digerir-me estas pecas,
                                        que se colorean con el sol
Digerir-me la voz
Las asimetrías
Los pasos de cangrejo continuos

Desintegrarme
Ser polvo
Masticarme y vomitarme un par de veces hasta que por fin llegue el deseado reencuentro...



The evening gown- René Magritte